Casa Usher

jueves, marzo 25, 2010

Libros descatalogados

Este post se va a salir un poco del comentario habitual sobre novelas o relatos y va a ser un poco reivindicativo. Sobre todo, de cara a las editoriales que pueblan España. Mi intención es hablar sobre los libros descatalogados.

Observo que cada vez es más frecuente ir a buscar un libro que habías visto hace unos meses en las tiendas y encontrarte con que ya no está en las estanterías. Y es algo que me saca de quicio. Sinceramente, se me escapan los motivos. Podría entender que se haga una edición con un número de ejemplares y que estos se acaben. Eso lo aceptaría, pero no es lo que ocurre.

La realidad es que, no sé si las tiendas o las editoriales, han cogido la curiosa costumbre de permitir que determinados libros sólo estén un tiempo finito a nuestra disposición. Evidentemente, no entran en esta categoría los best-sellers habituales o los libros que se han anunciado a bombo y platillo. No, esos tienen la supervivencia garantizada. Pero el libro intermedio, es decir, el que se vende bien pero no arrasa, tiene dos opciones: o se convierte en un clásico (cosa cada vez más difícil) o desaparece del mundo de la literatura. Sólo queda a expensas de una posible reedición, o de que alguna empresa decida sacarlo como coleccionable para los kioscos.

Y esta es una política lamentable, en la que todos salimos perdiendo. Estoy convencido de que debe haber miles de libros escondidos en almacenes extendidos por toda nuestra geografía, y que nunca verán la luz, supongo que por un tema comercial (aunque no estoy seguro). En particular, me ocurre con muchos libros que leí de niño o de adolescente, una época en la que adoraba la lectura, pero en la que no tenía dinero suficiente para tener los libros que quería, estando a expensas de algún regalo. Ahora tengo el dinero y, sin embargo, lo que no tengo es la posibilidad de comprar los libros, puesto que no están a disposición del público.

Sí, es cierto que existen infinidad de librerías de segunda mano en la que quizá consigas encontrar estos libros descatalogados de los que hablo, pero este tipo de establecimientos tienen, en mi opinión, dos grandes problemas. El primero, la conservación del libro. En algunos casos es buena y en otros no tanto, pero a los que sentimos el libro como algo cercano y personal, siempre nos gusta que sea algo nuevo y más íntimo. Alguno podrá decir que esto es egoísmo, pero yo lo expreso tal y como lo siento. El segundo problema es encontrar los libros. Normalmente tienes que ir recorriendo los establecimientos hasta que, en algún rincón lleno de telarañas encuentras lo que buscas. Sí, ya sé que con Internet, esta búsqueda se puede simplificar, pero al final tienes que ir a la tienda y verlo. Me niego a comprar un libro de segunda mano en la Web sin haberlo palpado antes. Si no está en unas condiciones mínimas aceptables, me siento incapaz de leerlo.

Que conste que no reniego de las tiendas de segunda mano. Yo no he tenido más remedio que acudir a ellas en bastantes ocasiones porque no tengo otra forma de encontrar una novela determinada. Pero para mí sólo constituyen un recurso de emergencia. Eso sí, hoy día son establecimientos absolutamente imprescindibles para los que somos ávidos lectores.

A continuación, enumero una lista de colecciones o libros que se encuentran entre los que me gustaría volver a leer o que mis hijas los leyeran cuando crezcan. También hay otros que no son juveniles, sino que, simplemente, han dejado de estar a la venta, lamentablemente para todos.

- Los tres investigadores. Colección que muchos hemos leído de jóvenes y que siempre quise tener completa. Me sorprende que ninguna editorial reedite las aventuras de los personajes creados por Robert Arthur.

- Novelas de Karl May. Las editoriales Gustavo Gili y Molino (que ha perdido todo el encanto que tuvo) publicaron en los años 20, 30 y 40 casi todas las novelas de este autor alemán. Hoy en día encuentras sólo dos o tres, y normalmente son adaptaciones, no los originales.

- Libros de William Camus. La colección de El Barco de Vapor publicó varias novelas de este canadiense de ascendencia mixta (india y blanca). Hoy en día sólo se encuentran en las tiendas de segunda mano. ¿Es que a los chicos de hoy en día no les iban a gustar estos libros?

- James Ellroy. Señores editores, ¿dónde está “El gran desierto”, el antecedente de “L.A. Confidential”?

- Jack McDevitt. Las novelas de ciencia-ficción “Deepsix” y “Chindi” han desaparecido de la faz de la tierra. Y eso que son parte de una pentalogía.

- Arthur C. Clarke. Las novelas de Clarke (y las de Asimov) son como el Guadiana. Aparecen y desaparecen. ¿Podremos encontrar las cuatro novelas de Rama publicadas alguna vez al mismo tiempo?

En fin, podría seguir, pero corro el riesgo de indignarme cada vez más y de cansar al lector. Tal vez esto sea predicar en el desierto, pero tampoco es pedir tanto. Las traducciones de todos estos libros existen, y creo que hay muchas formas imaginativas de darles salida. Ahora se están instalando en España las editoriales “bajo demanda”. Creo que podrían ser una solución muy útil y económica para que todos podamos volver a disfrutar de lecturas que, a día de hoy, parecen irremisiblemente perdidas.

En fin, quien sabe, tal vez algún editor misericordioso lea estas líneas...

Etiquetas: , , , , , , ,

miércoles, marzo 17, 2010

Guy de Maupassant, cuentos de ayer y hoy

Una de mis últimas lecturas han sido los relatos escritos hace más de un siglo por el escritor francés Guy de Maupassant. Este autor, del que no conocía nada, se ha revelado como un excelente narrador de cuentos, género que cultivó con maestría.

Hombre de corta vida, una característica habitual de muchos novelistas del siglo XIX, Maupassant escribió fundamentalmente en la década de 1880, pero lo cierto es que su actualidad y vigencia son plenas hoy en día. El autor trata todos los temas habidos y por haber. El amor, los remordimientos, la venganza, el crimen, el odio, el erotismo, la fantasía o la guerra han recibido su visita. La acción suele transcurrir en Francia, y vemos un variopinto muestrario de personajes, tanto en pueblos como ciudades. Alcaldes, sacerdotes, diputados, herreros, campesinos, policías o maleantes pueblan sus historias, creando una llamativa pintura que nos traslada a los inicios de la Tercera República Francesa, un interesante período en el que el Segundo Imperio está todavía fresco en la memoria y en el que el país empieza a convertirse en la Francia del siglo XX, aunque conservando el encanto del Romanticismo.

Pero lo que más me llama la atención de la obra de Maupassant no es su excelente prosa ni su ágil narrativa, sino el hecho de que los cuentos que escribió son tan apropiados a la época actual como lo fueron a la suya. Muchas veces, leemos relatos antiguos sobre temas de moda hoy en día, y nos parecen incluso pueriles, vistos en la distancia. En este caso, nada más lejos de la realidad. El autor siempre consigue sorprendernos, con ágiles cambios en la acción o giros en una situación que parecía claramente definida. Hoy en día, cuando no ves más que libros y películas que repiten hasta la saciedad viejos tópicos sin aportar nada nuevo, me maravilla redescubrir que alguien, hace 130 años, innovaba mucho más que los “artistas” e “intelectuales” que encontramos a patadas en la actualidad.

No he leído toda la obra de Maupassant, pero me voy a permitir dar una lista de las recopilaciones de relatos suyos que se han hecho. Todos están editados por Alianza Editorial en edición de bolsillo. Son los siguientes:

- El Horla y otros cuentos fantásticos
- La vendetta y otros cuentos de horror
- La casa Tellier y otros cuentos eróticos
- Mademoiselle Fifi y otros cuentos de guerra
- Mi tío Jules y otros seres marginales
- Un día de campo y otros cuentos galantes


En estos tiempos en los que casi cualquier advenedizo se dedica a escribir novelas de baja calidad, me parece de justicia reivindicar el género del cuento o relato, del que tantos buenos escritores han dejado muestras o, incluso, lo han cultivado como la máxima expresión de su arte. Maupassant es un buen ejemplo de esto, y lo recomiendo vivamente a todos los amantes de la buena literatura.

Etiquetas: , , , ,

martes, marzo 09, 2010

Jesús Sánchez Adalid, nuevos horizontes para la novela histórica

Como ya he comentado en otras ocasiones, la narrativa histórica siempre ha sido uno de los géneros que más me han interesado. El problema que me he encontrado siempre ha sido el mismo: encontrar escritores fieles a la Historia. Afortunadamente, cada vez aparecen más plumas que intentan reconciliar la literatura con la realidad. Un nombre que debe ir en esta lista es, sin duda, el de Jesús Sánchez Adalid.

Personaje de diversas trayectorias, ya que ha sido juez y actualmente ejerce como sacerdote en Extremadura, Sánchez Adalid ha supuesto un importantísimo revulsivo a nivel nacional para el género histórico. Siempre bien documentado, sus novelas nos permiten recorrer distintas épocas tanto en España como en el resto del mundo. Y es un escritor que va a más. En sus novelas se ve una clara evolución, y su calidad literaria va aumentando cuanto más escribe, cosa que no se puede decir de todos los autores. Su lista de éxitos es muy amplia: El cautivo, En compañía del sol, Félix de Lusitania, La luz de Oriente o El caballero de Alcántara son algunas de sus obras más importantes. Aquí me voy a centrar concretamente en dos que reflejan, en mi opinión, su perfeccionamiento como escritor.

En primer lugar, voy a hablar de El mozárabe. Novela ambientada en la España de la Reconquista, en la época de Almanzor y con Córdoba como epicentro, aunque no como único escenario. Esta obra es un fresco que recorre una época turbulenta a los ojos de un cristiano, habitante de la capital del Califato, y a los de un árabe que poco a poco va escalando en los círculos de poder de Córdoba. Sus vidas se entrecruzan y se separan en numerosas ocasiones, lo que nos permite ir recorriendo tanto lugares distintos como diferentes sociedades de la época altomedieval. Todo ello con el rigor histórico que acompaña siempre las obras de este autor. Un ejemplo claro es la cantidad de referencias que escribe siempre al final de sus libros. Y con referencias no quiero decir una extensa bibliografía en cuyo contenido ningún lector va a rebuscar jamás. No. Me refiero a la explicación de datos históricos contrastados, contados de una forma amena y que enlazan perfectamente lo novelado con lo que sucedió realmente.

El único pero que le pondría a El mozárabe es que hay momentos en los que puede resultar un tanto pesado de leer. Es una obra densa y, sobre todo, larga, lo que puede hacer que en algunos momentos no estemos deseando coger el libro de nuevo para continuar la lectura. Sin embargo, esto ocurre en muy pocas ocasiones, y la mayor parte del tiempo la novela es muy amena e interesante. Este pequeño pero puede disculparse ya que se trata de una de las obras iniciales de Sánchez Adalid.

Donde no hay, en mi opinión, ningún reparo que poner de manifiesto es en la que, desde mi punto de vista, es la novela cumbre de este autor: El alma de la ciudad. Obtuvo por ella el premio Fernando Lara de novela en 2007 y, contrariamente a la mayoría de galardones, este sí que era un premio muy merecido. El libro narra las andanzas de un clérigo cristiano en la época de Alfonso VIII. En este caso, Sánchez Adalid nos introduce en la apasionante fundación y desarrollo de una ciudad en plena Reconquista, mientras transcurre en paralelo la vida del protagonista como hermosa metáfora de las bondades y vilezas del alma humana. Junto al ya habitual guión histórico plenamente documentado, esta vez el autor nos muestra su plenitud como escritor, lleno de fuerza y apasionamiento, unidos a una excelente calidad literaria. El lector se ve literalmente transportado a la vida del protagonista, y el paisaje medieval desfila ante nuestros ojos en toda su plenitud. Espero que, en un futuro, la temática de las novelas de don Jesús vuelva a visitar esta época tan rica en matices y tan atrayente para muchos lectores.

A modo de resumen, no puedo menos que recomendar toda la obra de este gran escritor. Yo espero empezar en un futuro no lejano El caballero de Alcántara, otra obra que me llama poderosamente la atención. Mientras tanto, y visto que el género histórico español goza de muy buena salud, voy a proseguir mi búsqueda de algún talento extranjero en la narrativa histórica. En los novelistas foráneos, a pesar de la cantidad, la calidad y el rigor histórico suelen brillar por su ausencia, pero nunca hay que desesperar. Voy a leer un libro de Bernard Cornwell, escritor prolífico donde los haya, titulado Arqueros del rey. Es la primera novela que leo de este autor, famoso por su saga de Sharpe y las guerras napoleónicas. Veremos si sufro una nueva decepción o, por el contrario, me llevo una agradable sorpresa.

Etiquetas: , , , , ,